He llevado hasta ahora una vida plena y feliz, no me daba cuenta de la suerte que tenía.
Siempre he pensado que a cada año malo le sigue uno bueno, mi pensamiento siempre optimista me hacía ver la vida así. Nunca me quise darme cuenta de que la fórmula también funciona al revés.
Tras el mejor año de mi vida, el 2011 está siendo el peor que jamás he vivido. Y eso que al final no entré a turnos.