El que pierde pelo soy yo, de eso no cabe duda, y creo que ya sé porqué. No encuentro un sólo pelo mío por ninigún lado, ni por casa ni por el coche.
Ahora bien, no hago más que encontrar pelos suyos por todos lados, y claro, éstos pues no se pierden.
Quien encuentre un pelo mío me lo envíe a Madrid, que al llegar griten potsis que yo salgo.
Curioseando en la "sex shop"
Hace 3 días