Ayer volví a salvar la vida

Milagrosamente, y ya van una cuantas en los últimos tiempos (y sólo de las que me doy cuenta).

Aproveché el día para ir a Madrid, hacer unas compras visitar mi piso, y también para hacer algo, que no todo es estar tumbado en el sofá. Primero carretera de Toledo, hasta Toledo. Seguido carretera de Madrid, hasta Madrid, M-30 salida pirámides y hasta mi portal.

Después de hacer todo lo que quería o debía, no ver a mis compañeros de piso, la gente que está llena de ocupaciones (no como otros), y sudar como un pollo, me decidí a volver, M-30 salida cartera de Toledo hasta Toledo, y ahora carretera de mi pueblo, hasta mi pueblo.

Aquí viene lo bueno, nada más salir de Toledo zona de obras, una nueva circunvalación que quieren hacer, y en la futura calzada un camión y una furgoneta. Aparcados, parece ser que el camión tenía algún problema mecánico. Pues bien, el inútil del conductor de la furgoneta, no se le puede llamar de otra manera, no puso el freno de mano. A la hora en que pasaba por allí vi que la furgoneta iba marcha atrás, gracias a Dios yo pasé antes de que invadiera la calzada, sin darme cuenta de lo que estaba pasando. Al mirar por el retrovisor, los coches que me seguían hacían esfuerzos para no colisionar, se iban por los arcenes y se metían por donde podían. También vi a un tío correr detrás de la furgoneta, puto inconsciente.

La suerte sea con vosotros.