lunes, 24 de marzo de 2008

El peligro de los huesos...

... De las aceitunas. Pues aunque no lo parezca, tienen mucho peligro, y pueden hacerte mucha pupa.


Tengo un vago recuerdo de ese fatídico día, contaría yo con menos de 8 años y con más 4. Junto con mi hermano, 3 años menor que yo, y alguien más, que no atino a saber quien era, nos dedicábamos a lanzar los huesos de las aceitunas lo más lejos posible. Lo raro no es ésto, éramos niños y cuando se es niño se puede hacer cualquier cosa sin que parezca raro (al niño), lo raro, repito, es que tirábamos los huesos con nariz.

El proceso es sencillo:

- Se coge aire.
- Se introduce el artefacto a disparar en un orificio nasal.
- Se tapona el otro.
- Y cerrando la boca se ejerce toda la presión que se pueda con el aire de los pulmones.
- El hueso de aceituna sale disparado hacia no se sabe dónde.

Pues bien, es muy delicado el orden de los pasos a seguir, si no los ejecutas correctamente puede ocurrir una fatalidad. En mi caso la fatalidad ocurrió. Introduje el resto de aceituna, taponé el otro agujero de la nariz y tomé aire (inspirar que se llama). El resultado fue un hueso de aceituna alojado, atascado, en la nariz.

Menos mal que, por aquel entonces, contábamos en el pueblo con un médico competente, que desalojó el cuerpo extraño de mi nariz, todavía no sé cómo. NO he vuelto a meter nada por ahí (en realidad sí, alguna vez un dedo para buscar petróleo).


Como curiosidad decir que recuerdo la competición de lanzamiento de huesos de aceitunas, pero no el haberlas comido.

2 comentarios:

Twat Boy dijo...

Estos niños... "p´habernos matao" Siempre es mejor aspirar huesos que tragarlos, no obstante...
Un saludo a todos!!!!!!!!

carmncitta dijo...

entonces mejor no te digo en qué orificio me metí una canica de pequeña...